sábado, 16 de diciembre de 2023

105.- Entrevista de Javier Gilabert en SecretOlivo (Cultura Andaluza Contemporánea / Diciembre 2023) [6]







JOSÉ CARLOS ROSALES: «LA ESCRITURA
DE UN LIBRO DE POEMAS
ES UN ACTO DE APRENDIZAJE
Y CONOCIMIENTO»

Por Javier Gilabert

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Javier Gilabert: ¿Por qué este libro y por qué ahora?

José Carlos Rosales: Bueno, pues empezaré por la segunda cuestión que me planteas, me parece la más fácil para mí y también, tal vez, la más significativa: mis libros nunca han salido a la calle en una fecha previamente establecida, mi libros salen a la calle cuando se puede, pues la mayor parte de mis editores son editores más o menos modestos, editores que no están en este negocio para hacerse ricos, editan pocos libros al año, son editores vocacionales y cuando reciben mi original siempre me hacen esperar un tiempo largo antes de sacarlo a la calle, en este caso he tenido que esperar más de un año, casi dos, lo cual me produjo al principio una cierta incomodidad; pero luego, cuando el libro finalmente se edita, tengo que agradecerles sinceramente todas estas demoras porque todo ese tiempo de espera ha sido un tiempo de maduración provechosa que me ha permitido llevar a cabo numerosas correcciones y ajustes, distanciarme del libro, mejorar su estructura, limar versos y frases y palabras; así que, cuando el libro llega finalmente a las librerías, es muy diferente al original que les envié en su momento.

Y a la primera pregunta también tengo que decirte que al principio empiezo a escribir sin un plan definido, me dejo llevar de la intuición o del azar y de lo que va surgiendo mientras escribo, muchos poemas o borradores de poemas se quedan abandonados cuando no vislumbro la posibilidad de construir con ellos un libro que sea un todo organizado, una indagación sostenida, un espacio de sensaciones y temáticas que, en primer lugar, me permitan conocer mejor el mundo y poderme entender con él; de no ser así prefiero abandonar y empezar otra cosa, pienso que de otro modo no podría proponerle a nadie que leyera mis libros: antes me tienen que interesar a mí, tienen que empujarme a mirar, a prestar atención, a descubrir cosas y a organizarlas entre sí para que puedan funcionar como una enunciación coherente, como una especie de relato, discurso o razonamiento.

Y sobre los asuntos de este libro te diré que hace ya algunos años que empezaron a interesarme las piedras, su orfandad o su abandono, su insignificancia, su desnudez; ya hay algo de todo ello en mi libro El desierto, la arena, un libro de 2006. Aunque también tengo que decirte que este motivo de las piedras no supone novedad alguna, tiene una larguísima tradición a la que he intentado sumarme con estos poemas. Basten dos ejemplos; en primer lugar, en la Villa Medici de Roma, una institución modélica patrocinada por la Academia Francesa, hay en estos momentos una interesantísima exposición bajo el título de Historias de piedras, una muestra que se abre, entre otras frases, con una del surrealista Roger Caillois: «he pensado que era apropiado mirar las piedras como una especie de poesía»; y, en segundo lugar, en el Palacio de Los Condes de Gabia de Granada, donde se presentará mi libro el próximo 15 de diciembre, se puede visitar estos días un trabajo muy sugerente de la artista Cristina Megía titulado De carne y piedra. Y, bueno, también me acuerdo ahora de la soleá de la Serneta, la que cantaba la Niña de los Peines: “Fui piedra, perdí mi centro / y me arrojaron al mar, / y al cabo de mucho tiempo / mi centro vine a encontrar”. También la cantaba Enrique Morente, vosotros hablabais de esta tremenda soleá en una de vuestras entradas del año 2014, una de Tono Cano.

¿Cómo y cuándo surge la idea del libro?

Los primeros poemas de este libro los empecé a escribir en 2015, cuando estaba terminando mi libro anterior, Si quisieras podrías levantarte y volar; sentí entonces la necesidad de instalarme en una atmósfera distinta, quería dibujar un mundo más dilatado o complejo, un mundo donde hubiera más personajes, donde las peripecias poéticas fueran plurales, muy abiertas, con múltiples enfoques y puntos de vista. Pienso ahora que, si en Si quisieras podrías levantarte y volar todo ocurría alrededor de un solo personaje y durante una seca y agobiante tarde de agosto, tal vez en Alguien lleva una piedra escondida en la ropa la acción poética se desarrolle —como contrapunto al libro anterior— en un largo clima invernal o lluvioso; y en vez de un solo personaje que intenta irse o alejarse, ahora son numerosos los personajes que deambulan buscando una salida, otros espacios, algo que les dé seguridad o sosiego. En fin, entre mis procedimientos de escritura, está el de procurar que cada libro sea como una especie de ampliación o desarrollo de las ideas y sensaciones ya esbozadas en otros libros, sobre todo en el anterior; así que, en cierto modo, podría decirse que Alguien lleva una piedra escondida en la ropa forma pareja con Si quisieras podrías levantarte y volar.

¿Qué pistas o claves te gustaría dar a l@s posibles lector@s?

No me gustaría dar pistas para la lectura de este libro, entre otras razones porque muchas veces no son los autores los más indicados para señalar las claves de su obra; algunos, incluso, pueden limitar con sus observaciones nuestra lectura personal, condicionar muchas veces el acercamiento espontáneo, desinhibido, como si un libro de poemas encerrara un secreto, un enigma, del que sólo sus autores supieran la respuesta correcta. La utilidad de la poesía descansa en la posibilidad de que los que se acerquen a ella lo hagan para encontrarse a sí mismos y, de algún modo, lo logren. Sólo te diré que este libro habla de asuntos comunes, temas que ya aparecen en otros libros míos como la huida, la exclusión o el desamparo. Te añadiré, sin embargo, una sugerencia, la de que las personas que se acerquen a este libro se acuerden durante la lectura de sus páginas de todas esas ocasiones en las que, caminado por la playa o el campo, hemos guardado una piedra que nos llamó la atención por su color o forma o tacto; supongo que a ti también te habrá pasado.

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martes, 12 de diciembre de 2023

104.- La primera presentación de "Alguien lleva una piedra escondida en la ropa" fue en Madrid (4).

     La primera presentación de mi libro de poemas Alguien lleva una piedra escondida en la ropa fue en la Librería Alberti de Madrid el 11 de noviembre de este año, es decir, del año 2023. Me acompañaron con su amistad y sabiduría el poeta Jorge Valdés Díaz-Vélez y el editor Pepo Paz Saz. También me acompañaron, entre otros amigos, Javier Lostalé, Tono Areán, Mariano Hernández de Ossorno, Gorka García Hernández, Benito Fernández, Pilar Mañas y tantos más... Esa noche los escaparates de la Librería Alberti fueron mancillados como si ya viviéramos en otra época, en otro país...











 



viernes, 8 de diciembre de 2023

102.- Alguien lleva una piedra escondida en la ropa (2).

Cuando mi libro Alguien lleva una piedra escondida en la ropa estaba aún inédito, algunos de sus poemas se publicaron en aquellos cuadernos, revistas o boletines que me ofrecieron la amistad de sus páginas. Uno de estos lugares fue el Boletín de la Academia de Buenas Letras de Granada (Segunda Época, nº 19, junio-diciembre de 2022; págs. 85-86). He aquí esas páginas.






 

jueves, 7 de diciembre de 2023

101.- Alguien lleva una piedra escondida en la ropa (1).

     Entre finales de octubre y principios de noviembre de este año (2023), empezó a distribuirse en las librería españolas mi nuevo libro de poemas Alguien lleva una piedra escondida en la ropa, un libro en el que llevaba trabajando desde el año 2015. Del mismo modo que mi libro anterior (Si quisieras podrías levantarte y volar, 2017), ha sido publicado en la colección de poesía que, dirigida por Manuel Rico, edita con esmero Pepo Paz Sanz (Bartleby Editores), una iniciativa editorial que en estos meses cumple veinticinco años creando lectores, toda una proeza en estos tiempos tan complicados para el mundo del libro: sin su comprensión y apoyo este libro no estaría en la calle. Como tampoco habría llegado este libro a ser lo que hoy es sin la ayuda, entre otros amigos, de Rafael Juárez (1956-2019) y Alfonso Sánchez (1958-2020); de ahí que este libro esté dedicado a la memoria de estas dos personas tan valiosas y entrañables para mí: compañeros de barrio y de cafeterías o bares, de caminatas y excursiones, de borradores y lecturas, de bromas y de risas, y de tantas cosas más... Los recordaré siempre; sobre todo cuando hable de este libro, cuando lo mire o cuando lo lea. Qué tristeza que no puedan disfrutarlo ahora conmigo; pero que alegría enorme saber que sus observaciones o sugerencias lo hicieron mejor, me hicieron mejor.